"Si tienes muchos problemas, tienes muchas razones para elevarte."

Ashtanga Yoga y Ciclos Lunares

Sabemos que nuestro cuerpo esta formado por un 70% de agua así que las fases de la luna nos afectan directamente. Estas están determinadas por la posición relativa que tiene la luna respecto al sol.
La Luna llena trae las mareas altas y con ellas las energías son muy fuertes. Existe aquí una mayor lubricación de los músculos y ligamentos, por lo tanto, mayor flexibilidad. Las lesiones que produzcan en estos períodos tardarán más en curarse que en otros. Además nuestra mente está muy activa, dispersa y falta de concentración, por lo que una práctica intensiva no es recomendable en esta etapa lunar.
Con la luna nueva las mareas son bajas y se produce una disminución en los fluídos corporales. Como consecuencia las articulaciones están más secas y limitadas. El cuerpo probablemente se siente agotado y la elasticidad se reduce. La energía disminuye y la calma se manifiesta. Es el momento para el descanso y la meditación.
Lo ideal es realizar Ashtanga en medio de los ciclos lunares cuando el flujo de energía o prana está en equilibrio.
La práctica constante de Ashtanga Yoga, no solo nos conecta con nosotros mismos. También nos ubica en correcta relación con el entorno y nos sincroniza con los ritmos naturales del universo. Nos unifica con Dios.

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