
Con algún retraso comenzaron las actividades programadas para celebrar un encuentro entre Occidente y Oriente, pero más entre amigos, colegas, vecinos y
familiares sanguíneos y espirituales.
Mientras las videoproyecciones tomaban sitio en Yogesvara, la música en vivo, vínculo entre ambos hemisferios, vibró en el espacio del estudio teatral Oeste,
aledaneo a nuestro lugar. Padma Bhajans (en la fotografía) nos regaló los trascendentales y místicos sonidos de su arte milenario.
Posteriormente nos reunimos todos en el ashram para la cena vegetariana. Y la noche cerraba su collar sobre nosotros, envueltos en la fragancia de las cosas que
comienzan.
Om Tat Sat